10 consejos para viajar a Brasil

¡Hola a todos! ¿Te gustaría viajar a Brasil pero conoces poco más que la caipirinha y la bandera? Aquí encontrarás información útil para comenzar a preparar tu viaje, ¡y ver si realmente estáis hechos el uno para el otro!

Bienvenidos al país tropical por excelencia, bendecido por Dios y bonito por naturaleza (País Tropical, Jorge Ben Jor- 1.969). Brasil es un país lleno de riquezas naturales y patrimoniales que, sorprendentemente, no termina de despegar en cifras de turistas extranjeros. Con una población de poco más de 200 millones de habitantes, sólo recibe anualmente unos 6,5 millones de turistas- valor más o menos estable en los últimos años (http://www.turismo.gov.br). Este dato resulta especialmente curioso, ya que al brasileño le encanta viajar. Sólo en el verano de 2018/2019 se esperan 75,5 millones de viajes a nivel doméstico (www.turismo.gov.br).

Así que atención, pequeño turista deseoso de experiencias inmersivas:

Brasil es enorme

• Brasil tiene unasuperficie comparable a la de Europa. Las climatologías que prevalecen son tropical y subtropical, es decir, es agradable de visitar todo el año, y prácticamente en todos sus puntos geográficos. Al viajar a Brasil descubriremos zonas áridas y semi-áridas, selvas amazónicas y vegetación de mata atlántica sin salir del país. Desde las grandes áreas agrícolas a playas vírgenes, pasando por mega urbes y ciudades históricas. Ningún viaje parecerá lo suficientemente prolongado para conocer el país, porque Brasil está, literalmente, lleno de bellezas por descubrir. Bellezas naturales, culturales, históricas… ¡y humanas también, claro! ; )

Ser un viajero-local

• No tendrás que pegarte codazos con chinos y japoneses por la mejor foto como una hormiga más del hormiguero turístico. El hecho de que tenga tan poco turismo extranjero permite que te sientas como uno más. De hecho, los paquetes turísticos están pensados, sobre todo, para el turista nacional. Disfrutarás de la gastronomía típica, la vida cultural auténtica y los propios ritmos del país. Alguna vez podrás sentir falta de un guía en inglés o alguna traducción en español, puede ser, pero la Administración central/estatal/local suele ofrecer buenos recursos para conocer mejor los encantos del país- y aquí estamos nosotros también para solucionar eso. Así que probablemente ansiarás más perderte que seguir rutas predefinidas por otros. Aquí puedes echar un vistazo a un par de páginas genéricas y con alcance nacional: Rutas por Brasil, Página Web de Turismo de Brasil.

Entre las contrapartidas, y que explican parte del bajo flujo de turistas al país, están principalmente dos:

Inseguridad

• No quiere decir que sea en todos los lugares y a todas horas. Pero debemos informarnos bien por locales antes de salir a pasear alegremente con nuestro iPhone última generación por delante y nuestra reluciente Nikon por detrás; y más solos. Entre las ciudades menos seguras están las grandes ciudades del nordeste brasileño (Natal, Fortaleza, Belém, Maceió, Recife, Salvador, João Pessoa… -lista completa de 2018 aquí) y últimamente también hay que tener más cuidado si cabe en Rio de Janeiro. Entre las más seguras se encuentran, sobre todo, ciudades pequeñas y medianas del interior y sur del país (lista aquí). Es sólo cuestión de informarse antes y saber por dónde moverse sin ostentaciones. En general, en los principales puntos turísticos la seguridad está bastante controlada por la policía. Evitar favelas y suburbios. Y si no se conoce bien el lugar o no tenemos referencias es siempre mejor coger un taxi (o Uber) que usar el transporte público. En cualquier caso, casi siempre la imagen del turista que llega de primeras es mucho peor que la realidad que luego se encuentra.

Infraestructuras

• Son deficientes en muchos casos. Las carreteras suelen pecar de mantenimiento insuficiente, las líneas de metro son pocas y de alcance limitado, los trenes o tranvías brillan por su ausencia y las estaciones de transporte de referencia pueden ser de acceso complicado, incluido aeropuertos (el caso de Guarulhos en São Paulo es de libro). No es muy habitual el dominio del inglés entre la población y muchas veces llamará la atención la poca infraestructura hotelera y de restauración en lugares tan paradisíacos. No obstante, probablemente aquí resida parte del encanto. Si ya has llegado a tu destino final, relájate y disfruta de todo lo que Brasil tiene para ofrecerte en pequeñas dosis. Vivirás la verdadera esencia del país, sin filtros.

Otros consejos básicos antes de viajar al país:

Precios

• Es un país generalmente caro por sus políticas de mercado proteccionistas y otras deficiencias. No obstante, algunos artículos de producción nacional y commodities pueden resultar baratos. Su moneda es el real brasileño (R$). El cambio con el € está últimamente cerca de los 4 reales por cada €, lo cual no está nada mal, y diría que en ese rango compensa bastante mochilear por el país. Yo lo he llegado a ver a a casi 2R$/€, y en esa época resultaba muy caro alojarse en buenos hoteles y comer en restaurantes, por ejemplo. Ahora mismo comer en un restaurante por kilo es muy asequible (4€).

Entrada al país

• Se basa en el principio de reciprocidad. Para países de Mercosul no existe ningún requisito especial de entrada e incluso se puede conseguir un visado temporal de residente fácilmente. En países de la Unión Europea lo normal es exención de visado (o «visto») durante 90 días. La permanencia máxima es de 180 días al año en estancias máximas de 90 días consecutivos. La información oficial según país de origen se puede encontrar aquí, aunque conviene revisar si hay actualizaciones en la página de Itamaraty. En general, para ciudadanos de países donde no se exige visado de turista sí se pide una validez mínima del pasaporte de 6 meses, billete aéreo de ida y vuelta, comprobación de medios económicos suficientes para la visita (R$ 170 o unos 40€/día y persona, al cambio actual) y justificante de alojamiento. No quiere decir que nos lo vayan a pedir siempre al entrar al país, pero es muy recomendable llevarlo para evitar posibles problemas. Es un trámite que tradicionamente no se hacía, hasta que los brasileños decidieron tratar a los extranjeros como ellos son tratados fuera. Lógico, por otra parte. Otro requisito y más que recomendable es vacunarse de la fiebre amarilla. Visita a tu médico de sanidad exterior con antelación antes de viajar.

Transporte

• Por la extensión del país, son muy comunes los vuelos interestatales. El tren es prácticamente inexistente. Los autobuses pueden sorprender a muchos por su nivel de comodidad, y es un medio de transporte muy usado para trayectos medios de 6-12 horas, porque lo habitual es que incluyan asiento-cama. Y es tan cómodo que la mayoría ni se entera del trayecto. El precio suele ser ajustado. La bicicleta puede ser peligrosa porque el civismo en el tráfico tiene camino por recorrer, y existen pocos tramos realmente adaptados. Como muestra, Brasília tiene una extensión de ciclovías mayor que la de Amsterdam, pero no está totalmente interconectada, hay interrupciones de vía y poco mantenimiento. São Paulo ha mejorado mucho en los últimos años. Alquilar un coche puede ser una buena opción, pero hay que tener cuidado con circular de noche, tanto en ciudad como en carretera. Caminar es siempre sano, y siempre sabiendo exactamente dónde estamos y dónde queremos ir, como regla general, y para los más ingenuos (entre los que me incluyo) además es bueno ir siempre con los ojos abiertos, y evitar descuidos. El aplicativo Moovit funciona muy bien para autobuses de la red urbana y, en su defecto, Google Maps. UBER y 99 están presentes ampliamente en Brasil.

Comunicaciones

• Al viajar a Brasil, hoy en día es muy recomendable comprar una tarjeta SIM a la llegada al país. Los planes de las compañías son baratos y ofrecen buenas tarifas de internet. Hay que recordar que es más probable que un brasileño tenga un smartphone que que disponga de acceso a una red de alcantarillado en su vivienda. Es un país que se mueve a dos velocidades, por eso será interesante contar con teléfono para hacer reservas, y con internet para movernos eficientemente por las ciudades. Las principales compañías y sus planes pre-pago se pueden consultar en los siguientes enlaces: TIM, VIVO, Claro, Correios Celular. El prefijo del país es +55, a continuación viene el prefijo de estado, normalmente entre paréntesis (_ _), y a continuación el número de línea telefónica. Ojo con los móviles que siempre tendrán un 9 delante y es un cambio relativamente reciente en la numeración. Si pretendes llamar desde un teléfono brasileño al extranjero es muy importante que memorices los principales prefijos o códigos de operadora, ya que la marcación es la siguiente: 00 + código de la operadora + prefijo del país (+ código de estado/provincia) + número de teléfono de destino. Estos códigos de operadora se llaman DDI y los debe ofrecer la propia operadora. Normalmente para TIM y Correios Celular es 41 (esta última utiliza la red de TIM), Vivo (Telefónica) es 15 y Claro (Embratel) 21, por dar unos ejemplos. Por wifi no te preocupes demasiado, excepto en lugares más remotos; en hoteles, restaurantes y cafés es muy habitual que el establecimiento disponga de wifi para sus clientes.

Algunas normas no escritas

• En cuestión de propinas, lo más normal es que se abone una tasa adicional del 10% sobre el valor de la cuenta. Este valor representa ingresos extra para el personal de servicio (normalmente en restaurantes) y se entiende que es «casi obligatorio», ya que los salarios de los camareros suelen ser muy bajos. Esta «cultura de la propina» está muy extendida, desde la persona que te «guarda» el coche cuando aparcas, a la que te sube las maletas en el hotel. Muchas veces estos pequeños «servicios» dentro y fuera de los establecimientos es un medio de ganarse la vida dignamente. Horarios: comida entre las 12:00 y las 14:00 h, y cena a las 19:00-21:00 horas, más o menos. El horario comercial es ininterrumpido, aunque puede haber intervalo para comer de una hora. A partir de las 18:00 h es difícil encontrar comercios tradicionales abiertos, aunque siempre en los centros comerciales se cierra tarde (22:00 horas). Al viajar a Brasil es conveniente remarcar la falta de puntualidad de los brasileños. Esto se extiende a cambios y cancelaciones de última hora o cuando dicen «daqui a pouco» (de aquí a poco, literalmente) y quiere decir «cuando lo estime conveniente». No es siempre así y hay muchas empresas serias de turismo que dependen de su capacidad de organización. Dicho esto, está bien no entrar en frustraciones si nuestro reloj y el de ellos no parece ir al mismo ritmo. La mayoría de las veces vendrán con una sonrisa, ¡y con ella mataremos más moscas que con vinagre! Viajar a Brasil puede ser una experiencia en muchas dimensiones. : )

¡Cuidado!

• La décima cosa a tener en cuenta es que debes tener cuidado… ¡el país te atrapará!. Cuando te llamen «meu bem» o «meu amor» un par de veces sólo para darte el cambio o para despedirse en el ascensor, empezarás a sentir la vulnerabilidad. Cuando los niños educadísimos se te acerquen y te llamen «señor» o «señora», y tú pienses que sólo tienes 20 años, te sorprenderás. Cuando percibas que en los pueblos se siguen dando los buenos días y las buenas noches te alegrarás. Y cuando te encuentres en mitad de una «roda de samba» y no sepas más de dónde vienes porque a tu alrededor ya sólo hay música, pensarás en qué estabas haciendo antes en tu vida para habértelo perdido. Si por casualidad te pierdes en las maravillas naturales del país y el sonido del agua te ensordece, el canto de los pájaros te despierta y te duermes con el sonido del viento en las hojas de los árboles, nunca más volverás a ser el mismo o la misma. Si, además, eres un ser que alimenta cuerpo y alma, echarás de menos para siempre los desayunos de las posadas, los churrascos, las frutas tropicales de infinitos colores, formas y sabores y esos condimentos a traición, porque todo lo salado es sabroso y todo lo dulce es tentador. No dirás que no te lo advertí.