¡Hola viajeros! ¿Qué tal descubrir una de las ciudades más encantadoras de Brasil? Capital del estado de Paraná (sí, sí, el mismo de las Cataratas de Iguazú- ¡que quedan a unas 9 horas en coche!), es una ciudad de interior, pese a estar muy cerquita del Atlántico. Tiene muchos y variados atractivos, que pueden ser aprovechados en una estancia ideal de 2-3 días. Si se pasa cerca o se está haciendo ruta por el litoral del sur brasileño, es una parada que vale mucho la pena. En este post de 2 días en Curitiba vas a encontrar todas las informaciones prácticas que necesitas.
Foto superior del templo en el Memorial de la Inmigración Japonesa (Jean Servais Henri Colemonts), que contrasta con los altos edificios del fondo.
Aunque es una ciudad mediana (2 millones de habitantes), sus puntos turísticos están dispersos y recorrerlos a pie es inviable. Por eso, lo mejor es tenerlo en cuenta a la hora de planificar el viaje y aprovechar al máximo la estancia. En esta entrada encontraréis todo lo necesario para organizar 2 días en Curitiba- estancia típica de fin de semana-, aunque veréis que se pueden pasar 3 días tranquilamente sin parar de hacer cosas.
Como mi intención es que tengas toda la información necesaria para preparar tu viaje a la ciudad, voy a dividir este artículo en dos partes. En esta primera parte tendrás la información básica para preparar el viaje. En la segunda parte podrás conocer los principales atractivos de la ciudad.
Índice
Contexto histórico y turístico de la ciudad
Curitiba comienza a poblarse en el siglo XVII, tardíamente en relación al resto del país. Su escasez de recursos minerales no la hace una región especialmente atractiva, así que permanece casi estancada hasta el siglo XIX, cuando una oleada de inmigración europea se asienta en la ciudad. Curitiba se convierte en un núcleo urbano de comercio y servicios, y a lo largo de los años se consolida como una de las ciudades más innovadoras y con más calidad de vida del país.
Su pasado cosmopolita se debe, principalmente, a la llegada de italianos, polacos, ucranianos y alemanes. Este mestizaje se añade al propio brasileño de portugueses, indígenas y descendientes de esclavos africanos. La ciudad alberga museos de inmigración o memoriales dedicados a japoneses, africanos, ucranianos, polacos y árabes (sobre todo de origen sirio-libanés). También hay un bello Santuario (de Tabor Magnificat) dedicado a una de las corrientes católicas surgidas en Alemania.
Foto superior del Museo Oscar Niemeyer (Augusto Janiscki).
Este último santuario queda, junto con el Memorial de Seguridad en el Tráfico (aunque parezca mentira, es un museo que sorprende positivamente), un poco alejado en la zona oeste de la ciudad. Por eso, y por no abrumar con la cantidad de museos de la ciudad, no están incluidos muchos de estos espacios entre los principales atractivos de la ciudad en la segunda parte del artículo. Pero bien valdrían una visita. En esta página de turismo de la ciudad se relacionan todos los museos, así como otros puntos de interés. Por si te quedas con ganas de más después de leer la segunda parte.
Informaciones prácticas
¿Cómo llegar?
A Curitiba se puede ir muy fácilmente en avión y por carretera. El aeropuerto está convenientemente conectado con el centro de la ciudad: el autobús de conexión llega a la estación de autobuses junto al Mercado Municipal. Por carretera, Curitiba está ligada con São Paulo y Florianópolis, las dos capitales más cercanas.
¿Cuándo visitar?
Curitiba tiene buen clima y se puede visitar todo el año, aunque la lluvia es relativamente frecuente. De abril a agosto es cuando las precipitaciones son menores. En invierno (julio, agosto) puede hacer frío- sobre todo por la noche-, así que conviene ir preparados.
En la foto superior aparece el Jardín Botánico de Curitiba (Ricardo Marconato), uno de los más bonitos del mundo. Conviene visitarlo en un día despejado.
¿Dónde alojarse?
Curitiba no es una ciudad típicamente turística, por eso casi siempre es posible encontrar buenas opciones y a buen precio. El centro de la ciudad es muy socorrido como punto de partida. No obstante, el barrio de Batel es más tranquilo. Lo cual se agradece más por la noche, cuando las calles del centro se despoblan y el ambiente se enrarece un poco. En el Batel hay, además, buenas opciones de restaurantes. La oferta hotelera es amplia y variada. Se pueden encontrar las cadenas hoteleras Radisson, Ibis o Mercure, además de otros hoteles singulares y algunos hostels más económicos.
¿Cómo moverse por la ciudad?
Para visitar el centro se puede pasear tranquilamente, la ciudad es bastante plana. Pero se recomienda por lo menos un día coger la «Linha Turismo«, que no es ni más ni menos que una línea de autobús que recorre los principales puntos turísticos de la ciudad (foto superior de Nivaldo Cit Filho). La línea opera de martes a domingo (excepto si el lunes es festivo), de 9:00 a 17:30 horas, en intervalos de 30 minutos en una ruta circular. El billete se puede comprar directamente en una de las paradas, pero se puede pagar sólo en efectivo. El pase de 24 horas cuesta R$ 50 (sobre unos 10 €). En este enlace se puede ver una foto de cada una de las paradas, por si hay que priorizar. Incluyo además aquí un mapa hecho a partir de los puntos turísticos de la ciudad, para hacerse una idea de que no es fácil cubrirlo todo a pie, y por si sirve a la hora de planificar.
¿Qué comer?
Curitiba es un muy buen lugar para un churrasco, y también para la comida japonesa. De hecho, en este enlace de Tripadvisor se puede comprobar cómo, entre los mejor clasificados, están mayoritariamente estos dos tipos de restaurante. Pero no es lo único. El barreado, una especie de estofado de ternera, es plato tradicional. También la «carne de onça«, que es igualmente ternera, ¡pero cruda! Y no confundir con carne de pantera, que es lo que significa onça en portugués (primer susto que me llevé al pisar la ciudad; )). El barreado se suele comer en el almuerzo, y el lugar típico es el pueblo de Morretes. Pero, si no se incluye en el viaje, se recomiendan los siguientes restaurantes de Curitiba: Armazém Santo Antônio, Morretes e Don Max. La carne de onça, mis queridos valientes, se puede probar en el Bar do Alemão, la Mercearia Fantinato o el Bar Baroneza.
Foto superior de barreado en la villa de Morretes, buen lugar para pasar el día y probarlo (KevinKlop).
El restaurante Barolo es un gran exponente de la gastronomía italiana y el restaurante de Terrazza 40, también de inspiración italiana, se caracteriza las vistas panorámicas de toda la ciudad. Este último ofrece comida italiana «a la moda brasileña», así que lo recomendaría únicamente a aquellos a los que les encante verse en lo alto, no tanto por la gastronomía típicamente italiana. Por si después de estas recomendaciones aún necesitas más inspiración, en la segunda parte del artículo he intercalado alguna más. También en este enlace puedes consultar el Top 10 gastronómico de Brasil.
Y ahora, queridos viajeros, vamos a conocer lo mejor que Curitiba tiene para ofrecer a sus visitantes. Vamos a «Curitiba en 2 días: principales atractivos«.
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