Con el fin de semana a la vuelta de la esquina hoy te quiero proponer que vuelvas a la carretera por menos de una hora y que tras atravesar el Puerto de la Cadena, sigas dirección hacia Cabo de Palos. En esta ocasión ignora la señal que marca la reserva de Calblanque, este sitio lo dejaremos para otra ocasión.
En el artículo que traigo hoy te voy a proponer un recorrido para que no dejes ni un rincón de Cabo de Palos sin recorrer, ni una cala sin nadar y ni un paisaje sin fotografiar. ¿Te vienes conmigo a una de las mejoras playas de la Región? Solo necesitaremos un día.
Nada más llegar te sugiero que aparques en la zona del puerto para dedicar la primera parte de la mañana a la zona pesquera. Si vas en verano coge ropa de baño, toallas y gafas de bucear. Sin olvidar un buen calzado.
Índice
La Zeneta
Pasea por la zona pesquera zona llamada Paseo de la Barra hasta llegar a la Zeneta donde aunque las playas solo tengan unos pocos metros de arena, hay muchas calas ocultas a las que solo se puede acceder nadando o bajando por una escalera de mano.
Sin duda alguna, este es un lugar mágico. Casa pesqueras en primera linea,con el agua acariciando los portales.
Si la Zeneta mantiente el encanto del pasado pesquero de Cabo de Paloss es porque tras la construcción del puerto, la zona quedó aislada.
Sabrás que estas en el corazón del barrio pesquero por el nombre de las Calles. Calle Torturga. Calle Coral de Fuego, Calle Pez Trueno….
Zona del Puerto
Medio día comida te aconsejo desandar lo recorrido, volver al puerto y pasear por la zona más comercial y turística del pueblo, el lado de la Barra en el que están las escuelas de buceo y los restaurantes. Esta zona también es paseable y si recorres El Pasaje del Acantilado, llegarás hasta El faro. Pero lo mejor es tomarse su tiempo, recorrerlo con calma y no tener miedo a adentarse a las calas. Te aconsejo bajar a la Cala de las Melvas, ver el Cañonero o la Cala Botella. En verano es típico ver a buzos haciendo prácticas o niños nadando.
La triste historia del SS Sirio.
En 1906 Cabo de Palos se hizo tristemente célebre a raíz de un naufragio italiano. Ese agosto, un trasanlático con destino a Latino América. A la altura de las islas hormigas y tras solo 2 días de travesía, el barco decidió navegar entre el cabo y las islas, una ruta de gran peligrosidad que nadie seguía. A las 16.00, el barco quedó varado y como consecuencia de la colisión, se produjo una explosión en la zona de calderas. El capitán abandonó el barco y se estima que unas 240 personas perecieron. A día de hoy se desconoce el número exacto de la gente que murió, gran parte del pasaje eran ilegales que no figuraban en ninguna lista. Los restos del Sirio siguen en los fondos de las Islas Hormigas, hasta 1995 el buceo estaba restringido en la zona.
Comer caldero en el Mosqui
Aunque todo el puerto está lleno de restaurantes, como regla general te aconsejo huir de los menús bilingues o trilingues y hacer una reserva en El Mosqui.
El Mosqui es el restaurante por excelencia de cabo de Palos, pese a que sufrió un incendio en el año 2.000; a día de hoy sigo como si nada hubiera pasado. Lo reconocerás por su fachada. Un barco.
Aunque lo típico del sitio y del pueblo es el Arroz Caldedero (del que te hablé aquí), en mi última visita me arriesgue a salirme del menú de 18 euros (entrantes de croqueta, chopitos y principal de caldero, solomillo o bacalao) para probar una
ensalada fusión de sabores. Hojas frescas con bacalao marinado a la naranja, semillas de sésamo, aguacate, rulo de cabra y caviar.
Pero si es tu primera vez, pide un caldero, no lo dudes e intenta disimular la cara de pasmo cuando te traigan la olla a la mesa.
El faro.
El faro de Cabo de Palos es la imagen que por excelencia se asocia a este pueblo pesquero. Construido a mediados del siglo XIX, fue una escuela de fareros tras años de polémicas iniciativas todo a punta a que por 6 euros se podrá acceder al mirador desde el que se promete una maravillosa vista de integridad de La Manga o una panorámica de reservas marinas como Islas Hormigas o Isla Grossa.
A los pies del faro hay una escultura. si la miras bien descubrirás que es un cachalote, obra de una artista cartagenera cuyo nombre hace pensar. Va llena de plástico.
A finales de febrero del 2018 el cadáver de un cachalote llegó a Cabo de Palos arrastrado por los corrientes marinas. Su necropsia desveló que el animal había muerto tras ingerir 29 kg de plásticos.
Y del faro bajamos de nuevo y aunque las piernas empiecen a pesar por lo andado a lo largo del día, te pido un último esfuerzo para llegar a la Cala Túnez, ver la erosionada costa o en micro embarcadero con vistas a la Isla del Pato.
La playa de Levante
Si te has asustado y piensas que en Cabo de Palo soy hay playas de rocas, costas abruptas o similares…. Sigue unos metros más para llegar a La Manga de arena. La playa por excelencia del imaginario español. Con sombrillas, hamacas, chiringuito y aguas tranquilas para nadar, bucear o practicar paddel surf.
La zona se llama Playa de Levante y recorriendo su arena blanca se llega a La Manga.
Donde aparcar
En verano la zona se suele llenar bastante, pero es fácil encontar parking en el puerto o a los pies del faro.
Si te sobran horas, lánzate, reserva un curso y bucea por los mejores fondos marinos de la región. O coge carretera y manta y pasa la tarde por Cartagena descubriendo el museo de arqueología subacuática, sede del tesoro de las mercedes. O disfruta de una café asiático con vistas al mediterráneo.
Blanca Calvo Alonso, autora del ElnortedeB
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