Dónde comer en Aravaca sin perder un riñón en el intento

¿En qué piensas si te digo Aravaca? A muchos se os vendrá a la mente la Zarzuela y los reyes, a unos pocos la finca «Mi gusto» en la que Orson Welles (sí, el famoso director, actor y presentador de radio que hizo creer que la tierra estaba siendo atacada por extraterrestres) descansaba entre rodaje y rodaje, a varios la historia de Lucrecia Pérez y a la mayoría se os vendrá a la mente Pablo Casado y su posgrado en Harvard. Pero, más allá de todo esto, a la hora de comer, Aravaca posee una oferta gastronómica que no tiene nada que envidiar al resto de barrios de Madrid. Y es que sí, aunque mucha gente no lo sepa, Aravaca es parte de la ciudad de Madrid (siendo del mismo distrito que Moncloa).

Este barrio de Madrid fronterizo con Pozuelo de Alarcón ha sabido mejorar con el paso del tiempo. Desde principios de siglo se ha ido modernizando y ofreciendo nuevas facilidades a sus habitantes, como una estación de cercanías y metro ligero, dos hospitales privados y un centro de la seguridad social, un polideportivo, centros privados y públicos de educación, guarderías y multitud de nuevas viviendas. Además, la zona se encuentra perfectamente comunicada con el resto de los distritos de la capital gracias a la múltiples líneas de autobuses que pasan por Aravaca y que nos permiten multitud de opciones por si además queremos visitar otros territorios de la comunidad.

Pero ahora viene lo mejor, porque te daremos trucos para comer en Aravaca y no hacerlo nada mal. Mi abuelo tenía un dicho cuando visitaba un sitio nuevo “nada de ver, solo comer”. Si quieres adoptar este lema en tu vida y saber dónde comer en Aravaca, te proponemos cuatro lugares donde comer bien (sin perder un riñón en el intento). Salva decir que Burger King y Vips, aunque cumplan con la condición de no ser caros, no entrarán en esta lista. Además, esta lista no es un ranking, sino nuestras opciones favoritas. Aunque, podemos asegurarte que en todas las opciones saldrás satisfecho.

El Nuevo Zaguán

Dirección: Av. de la Osa Mayor, 70

Este restaurante se describe a sí mismo como “uno de esos negocios que procura hacerte la vida más fácil. En cierto modo, para muchos de nuestros clientes es simple y llanamente como una segunda casa”. Y no andan equivocados. El Nuevo Zaguán conquista desde que cruzas la puerta. Provoca una sensación de calma gracias a su decoración sencilla e incluso hogareña; el servicio es amable y bastante rápido (se nota que tienen mentalizado la idea de las primeras impresiones) y la barra parece que invita a que te tomes una cerveza con mucha calma, solo o acompañado, disfrutando con la sensación de estar en el lugar correcto. La idea del local es dar una vuelta a la cocina española de toda la vida dándole un toque más moderno y contemporáneo. No te imagines nada de probetas acompañando a las albóndigas, vapores con tu ensalada, deconstrucciones de un arroz y más cosas que parecen de ciencia ficción; aquí verás un pasito más en los platos de toda la vida y no hace falta más.

Si tengo que quedarme con cuatro platos con los que irme a la guerra, empiezo por la tortilla de patatas como entrante; sabrosa, poco cuajada, deliciosa y para mojar con pan hasta dejar el plato brillante, creo que no exagero cuando digo que no hay muchas mejores por la zona. Seguimos con algo ligerito: una ración de albóndigas con patatas, algo sencillo y con un gran sabor, la prueba de que muchas veces menos es más. De segundo el que para mi es el mejor plato de toda la carta: pepito de ternera. Si algún día vais no dudéis en probar este plato, resulta hasta adictivo por su sabor único, la calidad del pan y de la carne, el acompañamiento de patatas y la salsa. Para terminar la faena qué mejor que un buen postre. Aquí la palma se la lleva la tarta. ¿Cuál? Todas. Nuestra favorita es la de zanahoria, pero sería injusto para las demás que nos olvidásemos de ellas. Un espectáculo.

Estos cuatro platos son solo una parte del delicioso todo que te espera en el Nuevo Zaguán. Hay platos para todos. ¿Hoy te apetece cenar ligero? Tu plato es el tartar de gambón y aguacate; ¿Tu plan es ponerte las botas? Pues corre y prueba su Bacon Cheeseburger; ¿Quizás algo más tradicional? Además de tortilla y albóndigas te invitamos a que vayas a probar los callos a la madrileña o la chistorra con pimientos; ¿tu plan es picar algo? Unas rabas, ensaladilla, una caña y a casa. Además, su terraza permite mascotas, así que puedes disfrutar de una buena comida junto a tu mejor amigo.

Una opción más que recomendable para todo tipo de ocasiones. El Nuevo Zaguán es una de tus mejores opciones para cualquier día de la semana si quieres comer en Aravaca. Prueba y verás.

Restaurante Comida Asiática Chen

Dirección: Calle Aguaron, 58

¿A quién no le gusta la comida asiática? Desde el típico sushi, pasando por las distintas sopas hasta llegar a opciones más interesantes como los rollitos de pato laqueado con apio, la oferta de este restaurante de comida asiática es tan amplia que tiene todo, o casi todo, lo que pueda apetecerte en un antojo.

Con una terraza muy agradable, sobre todo en verano, y un local decorado con motivos asiáticos, este restaurante supone una opción para disfrutar en familia, solo o con amigos. Además, sus precios permiten llenarse por menos de lo que imaginarías (y con productos de buena calidad).

En 2016 este restaurante saltó a la fama cuando los reyes fueron fotografiados saliendo de él tras disfrutar de una cena. Aunque la visita de dos personalidades pueda servir como razón para visitar el restaurante, nosotros te proponemos que vayas para disfrutar de una buena relación calidad-precio-llenar la panza.

Con más de noventa platos para elegir, quizás necesites un tiempo para decidir que probar. Además, este restaurante no solo ofrece comida china, sino que también sirve comida vietnamita, tailandesa y japonesa repartida por platos (ensaladas, mariscos, tartar, teppanyaki, teriyaki, carne y mucho más.

En este caso el servicio muchas veces no es todo lo rápido que uno podría desear, pero cuando esto ocurre se debe a la cantidad de clientela. De todos modos, la comida puede hacernos perdonar muchas cosas y entre ellas las faltas. Muchas veces una oferta tan variada provoca que la calidad sea muy distinta entre los platos, con algunos espectaculares y otros… no tan comestibles. Pero aquí no. En Chen se puede elegir un plato de la carta al azar y estará bueno. Los precios, ni muy baratos pero ni muy caros, permiten que este restaurante sea una gran opción para la mayoría de los bolsillos.

¿Mi consejo? Disfrutarlo con amigos y compartir, compartir cuanto más mejor entre varios que así todo sabe mejor. Si dudáis sobre qué, el sushi siempre es una buena opción para los indecisos que confían en lo que conocen, aunque, si lo que te apetece es probar cosas nuevas ¿Por qué no le das una oportunidad a las setas chinas y el bambú con salsa de soja? ¿O la cazuela de ternera con salsa de ostras? No es lo típico, pero seguro que lo disfrutas. Para amantes de lo clásico, además del sushi existe una gran variedad de sashimis, Dim-Sums o platos en tempuras.

Así que, si lo que quieres es disfrutar de un buen plato de comida asiática en Aravaca a un buen precio, ¿A qué esperas para pasarte por Chen? Aquí solo te hemos dicho unos pocos de los platos que ofrecen, así que ¡Atrévete a probar!

Volapié

Dirección: Calle de Blanca de Castilla, 1.

Nuevo, bonito y a buen precio. La franquicia de tabernas de estilo andaluz ha abierto un nuevo local para comer en Aravaca y no nos puede gustar más. Ya sea para una cena de picoteo o unas cañas con amigos, este restaurante nos ofrece un ambiente acogedor para disfrutar el momento o sencillamente probar su gran variedad de platos.

Si quieres saber cómo de buena está la comida en un local, lo primero que tienes que hacer es probar la tortilla de patatas o las croquetas; si ambas están buenas, éxito asegurado con el resto de los platos. La tortilla, jugosita, sabrosa, con un sabor genial que da ganas de repetir. Nosotros la tomamos de aperitivo y nos convenció para seguir ahí un rato más. Cuando hablamos de las croquetas tenemos que hacer una mención obligatoria a la de rabo de toro. Parodiando a los Mojinos Escozios: que buena que está. La bechamel tiene el sabor que no sabías que necesitabas hasta ese momento, además tiene un punto espectacular de cremosidad. Y el sabor, la carne del rabo de toro es la mejor opción entre las cuatro que nos ofrecen (rabo de toro, puchero, choco en su tinta y gambas al ajillo) por su ternura. Por cierto, no, no se puede pedir una bañera de croquetas.

Volapié también nos ofrece platos más elaborados u otros en los que logran dar una pequeña vuelta a los platos tradicionales, como el rabo de toro con puré de patata trufada o el chupito de salmorejo con paletilla ibérica.

Una buena sorpresa fueron las berenjenas fritas acompañadas con miel. Sinceramente, la mezcla no era demasiado atractiva al principio (vamos, que parecía que no pegaba ni con cola); pero todo es probar, y esta prueba fue un gran acierto. Son deliciosas, con un sabor genial que mejora cuando las mojamos con un poco del salmorejo que las acompaña y que las vuelve adictivas.

Como final dulce al cuento, probamos la tarta de zanahoria con helado de queso de cabra y pasó la prueba sobradamente. Aunque no lo parezca, el dulce de la tarta y el sabor del helado conjuntan y además no dejan una sensación rara.

Quizás esta es la opción que el precio parece un poco alto (nada excesivo, pero tampoco sorpresivamente barato). De todas formas creemos que merece la pena porque disfrutas comiendo, y eso es lo más importante que puede ofrecer un local.

Carús

Ay, Asturias patria querida. Tus valles, tus montes, tus playas… y tu comida. Pocas gastronomías hay como la española, con todas su vertientes que varían según la comunidad autónoma, provincia o incluso pueblo. Asturias entra en el top de mejores cocinas españolas y no es para menos. Sus platos tradicionales son únicos y reconocidos en toda la península y los locales que ofrecen este tipo de producto suelen tener una buena acogida. Por esto, la llegada de un restaurante asturiano a Aravaca no puede sino alegrarnos.

Al comer en Carús, se disfruta de auténtica comida asturiana y algunos platos con un toque madrileño. Guisos tradicionales, platos de carne de toda la vida y entrantes muy generosos (hay que ir con hambre, avisamos de antemano).

Pongámonos manos a la obra. ¿Por qué elegir este asturiano entre todos los que hay en Madrid? De primeras porque el local es fantástico. Nosotros elegimos comer dentro, aunque Carús ofrece una terraza que parece muy agradable y que puede ser una muy buena opción en las noches de verano. La sala de comidas está decorada con baldas en las paredes en la que colocan botellas y vajilla para darle un ambiente que recuerda a una vivienda tradicional asturiana. Resulta muy acogedor y el servicio colabora con hacer mejor la experiencia.

Vamos a la comida que es lo que nos interesa más. Carús es perfecto para compartir entre varios gracias a las raciones tan generosas, así que ir con colegas es una buena opción. Empezamos por unos chorizos a la sidra. Correctísimos y super sabrosos, cuando los haces un montadito con pan están incluso mejores. Una buena sorpresa fueron las croquetas de picadillo. Si de por si las croquetas ya están buenas imagina añadiendo chorizo. Un sabor espectacular que hará que quieras repetir. La otra opción, de jamón, también son espectaculares y con un sabor tremendo, pero para nosotros el picadillo se lleva la palma como mejor relleno a probar aquí.

Pasamos a ponernos las botas. ¿A qué hemos venido a un asturiano si no vamos a probar el cachopo? Este plato es el primero que se viene a la mente cuando uno piensa en la comida asturiana. Carús ofrece dos opciones: el cachopo Carús y el de cecina con queso de cabra. Probamos ambos y… Espectaculares, los dos. Muchas veces un plato tan típico puede cansar cuando encontramos el mismo sabor cachopo tras cachopo en cada restaurante al que vamos. Aquí no. Los cachopos de Carús tienen un sabor distinto que vas a disfrutar con cada bocado y que no se encuentra en muchos lugares de Madrid. Creemos que merece la pena hacer una visita solo por probar este pedacito de Asturias.

Aunque éramos varios, el cachopo y los entrantes no dejaron mucho espacio para el postre. Tras un ojeo rápido a la carta de postres pedimos sin muchas ganas un arroz con leche para compartir y quedamos muy muy sorprendidos. Quizás lo afrontamos sin ganas, pero el plato brillaba al terminar. Que cremoso, que delicioso. Un muy buen postre que fue un gran cierre a una comida con una atmósfera sensacional.