Donde tomar el delicioso chocolate belga

¡Hola turista! Si has decidido venir a Bruselas seguro que en tu lista de motivos se encuentra la frase «Tomar chocolate hasta que no pueda más». Pues bien, cuando llegues, te encontrarás con un problema: hay muchas, y repito, muchas chocolaterías. Sin un gramo de exageración, es el lugar del mundo con más chocolaterías. Generaciones de maestros chocolateros trabajan sin descanso para deleitar tu paladar. Para que no abrumes con el mar de opciones que existen, hoy hago una lista con algunas de los locales donde tomar el mejor chocolate. La mayoria se encuentran en el centro de la ciudad, por lo que no necesitarás desviarte mucho de tu ruta turística para degustar .

Neuhaus

Viajemos al pasado, exactamente a 1812. Imagina que lo que ahora es una rica chocolatería era entonces una farmacia. Te preguntarás que qué tendrán que ver ¿Verdad? Por aquel entonces, un farmacéutico llamado Jean Neuhaus se preguntó cómo era posible hacer que los medicamentos supieran mejor y hacerlos más atractivos. Probó a cubrirlos con chocolate y… ¡Voilá! ¡Había inventado la Praliné belga! El nieto del fundador (Jean Neuhaus Junior) decidió sustituir el interior por chocolate y por otros dulces, dando lugar al primer bombón relleno, tal y como los conocemos hoy. A partir de ahí, su pasión y artesanía han inundado la cultura belga, compartiendo con todos el sabor de su obra.

Además, en esta familia de creadores, no contentos con crear las bases de uno de los pilares de la cultura belga, en el año 1915, la mujer de Jean Neuhaus Jr. ideó la forma de proteger con cariño la obra de su marido. Entonces surgió la caja o Ballotín, con lo que convirtió a los chocolates de la casa Neuhaus en un regalo obligatorio en todas las casas.

Si he conseguido abrirte lo suficiente el apetito, podrás encontrar la casa original de Neuhaus en las Galerías Saint Hubert, una parada obligatoria, en la calle Galerie de la Reine 25.

Mary

Excelencia, tradición y calidad es el lema de la casa Mary. Fundada en 1919 por Mary Dellue, una verdadera apasionada del chocolate. Comienza estableciéndose nada más y nada menos que en la calle real (Rue Royale) en busca de gente de gusto refinado y verdaderos amantes del chocolate y de sus obras. Su local empezó siendo un salón de té, en el que pudo explayarse exhibiendo sus obras. De la calidad de las primas y su cariño en la cocina nacen sus deseados bombones, pero sobre todo, destaca por su presentación. Las vitrinas son verdaderas obras de arte y te quedarás admirándolas un rato largo antes de decidirte a entrar.

Existen varias tiendas, pero podrás encontrar la original en el mismo sitio donde se fundó: en la Rue Royale 73.

Pierre Marcolini

Imagina que eres un maestro chocolatero y que te apasiona tanto que no te conformas únicamente con cocinarlo, que decides cultivarlo tú mismo. Parece un poco extremo ¿Verdad? Pero también sabemos lo que dicen… Si quieres hacerlo bien, ¡Hazlo tú mismo! Pues eso es a lo que se dedica el maestro Pierre Marcolini, entre otras cosas. Dedica una parte de su tiempo a recorrer el mundo para seleccionar los mejores cacaos con los que crear sus obras. Tal es su calidad que en el año 1995 ganó el premio de Campeón del Mundo de pastelería por su local en Lyon.

Ir a la casa Pierre Marcolini no es sólo tomar chocolate, eso sería despreciarlo, es poder experimentar una obra de arte oliendo, saboreando y, finalmente, comiendo. En la tienda no sólo podrás encontrar una enorme variedad, si no también colecciones especializadas acompañadas de diseños de ensueño.

La casa Pierre Marcolini tiene tiendas alrededor del mundo y tienda por Internet, podrás encontrar en las mismas Galerías Saint-Hubert, en el número 21.

Passion Chocolat

Su nombre ya sirve como tarjeta de presentación, la pasión circula por los alrededores de esta casa. El origen es de lo más peculiar, ya que surge de la amistad de dos hombres Massimo Ori y Arnaud Guiot en una competición de monoplaza. Cada uno empezó por su lado, uno centrándose en el chocolate y el otro en los helados durante más de veinte años, y al final, compartiendo su pasión por el chocolate y el país, retoman el proyecto Passion Chocolat.

Especialistas en cientos de tipos de pralinés, podrás encontrar su acogedora bombonería en el Sablón, una de las zonas con más ambiente de Bruselas, en la calle Rodenbroek 2/4. ¡Es imposible que no encuentres una que te guste!

Venir a Bruselas y no tomar chocolate es como no haber venido

Wittamer

En Bruselas es fácil encontrar pasteleros, pero no es tan sencillo encontrar a la tercera generación instalada en el mismo sitio que sus abuelos. Abierta en 1910 por Henri Wittamer y su mujer Marie en la Place du Grand Sablon. Dispuesto a continuar con la tradición, la tercera generación liderada por Henri III, se ha formado como maestro chocolatero en Suiza. Es cierto que unas cuantas chocolaterías de la ciudad sirven a la casa real, pero la obra de la familia Wittamer en el 99 fue tan espectacular, que recibió el sello como proveedor de la casa real.

Puedes encontrar a los maestros Wittamer en el Grand Sablon, 6.

Jean Galler

Si buscabas que el chocolate corriese por las venas de un pastelero, has encontrado a la persona adecuada: Jean Galler. Viniendo de una familia de pasteleros profesionales y habiendo recibido el premio a Mejor aprendiz de pastelero de Bélgica. Antes de lanzarse en el negocio pastelero en Bélgica ha pasado por las tres escuelas chocolateras: Francia, Suiza y Bélgica.

En el año 1995 abre su primera boutique en Bruselas, innovando constantemente alrededor de la degustación de este exquisito manjar. Eso se puede observar en todos sus productos y, aunque ahora estamos muy acostumbrados a ello, es la primera casa en crear un chocolate con un 70 % de cacao.

Aunque no visites ninguna de sus tiendas directamente, como la de la Rue au Beurre 44, al lado de la Grand Place, reconocerás sus bombones en cualquier parte ya que sus Batôns o chocolatinas con envoltorios de colores están en todas partes.