¡Hola viajeros!

Algunos ya sabréis que Brasília no es una ciudad convencional, sino que es una ciudad planeada. Hay otras ciudades planeadas en el mundo, como Camberra, Washington o La Plata. Y cada una tiene sus particularidades. De hecho, en este enlace se pueden ver muchas de estas ciudades desde el cielo y tener una más que interesante perspectiva.

Lo que todas estas ciudades tienen en común es este origen «anómalo», y es lo que les infunde su particular carácter. Esas ciudades antes de ser creadas estaban en la cabeza de alguien. En esta foto (autor Uri Rosenheck) se puede ver un plano original del proyecto de Lúcio Costa, otorgándole a la ciudad esa forma de avión tan característica. Pero de eso hablaremos más adelante, ahora es momento de conocer el curioso origen de la ciudad de Brasília. Y de entender que, incluso antes de existir, Brasília ya estaba en la cabeza de muchas personas.

Brasil de 1950

Si nos situamos hacia la mitad del siglo pasado, nos encontramos a un Brasil en plena ebullición. La democracia se instala definitivamente con la elección de Getúlio Vargas y, posteriormente, la de Juscelino Kubitschek. La prensa es más libre, y también así la cultura. Géneros musicales propios como la bossa nova tienen gran éxito; y al mismo tiempo el país se abre al exterior (inicio de la Bienal de Artes de São Paulo, importación de televisiones y otros bienes de consumo, etc.). La industria despega, y un 24% de la población rural se desplaza a las ciudades durante la década de los 50. Las commodities brasileñas adquieren valor en el exterior y el país acumula reservas monetarias.

Es, en definitiva, un momento de reconocimiento del valor de Brasil como país y de su propia identidad. El hecho de haber sido un país colonizado también invita a este proceso. La primera capital de Brasil fue Salvador, auspiciada por los portugueses. Y después vino Rio de Janeiro, también con fuerte huella colonial. Por ello, el nuevo presidente Juscelino Kubitschek encuentra en este contexto el momento perfecto para la construcción de la nueva ciudad. Este sería uno de sus principales hitos, en un mandato en el que prometió 50 años de progreso en sólo 5 años de cargo (1.956-1.961).

Un anhelo histórico

Si bien es cierto que Brasília se construye durante el mandato de Juscelino Kubitschek, el anhelo por tener una capital propia es bastante más antiguo. Ya los portugueses consideraban conveniente «interiorizar» la capital, y el líder independentista José Bonifácio sugiere en 1.821 el nombre de Brasília para una futura capital del país.

Con la proclamación de la República de Brasil en 1.889 ya se incluye en su Constitución la demarcación de 14.400 km cuadrados que serían propiedad del Estado para la sede del futuro Gobierno en la región del Planalto Central (altiplano en el centro de Brasil, bajo el Amazonas). Con el ánimo de poblar el interior de Brasil y también de equilibrar los centros de poder, que se concentraban en el litoral de país, se coloca la primera piedra legal para el nacimiento de Brasília.

En 1.892 una comisión de expertos (geólogos, ingenieros, médicos, geógrafos, etc.) es enviada al interior de Brasil para delimitar el lugar más propicio de ese área. Esta comisión era comandada por Luiz Cruls, un reputado astrónomo que consiguió puntos de referencia en una superficie vasta e inexplorada siguiendo las constelaciones. Ese es el origen de lo que hoy es el estado de Distrito Federal y que alberga la ciudad de Brasília. Lo que en su día se llamó el «Cuadrilátero de Cruls«.

Sin embargo, el proyecto quedó parado por unos 30 años después de la delimitación, y es con motivo de la celebración del Centenario de la Independencia en 1.922 que se acelera de nuevo el proyecto. Se construye una carretera que une Ypameri en Goiás (punto estratégico con conexión ferroviaria en el centro del país) con Formosa, atravesando la región marcada por Cruls. Y el 7 de septiembre de 1.922 tiene lugar el acto de colocación de la «Pedra Fundamental» en Planaltina, a unos 40 km de Brasília, como símbolo inequívoco de la construcción de la nueva ciudad (foto a derecha, autoría de Agência Brasil).

No obstante, ese punto- que hoy en día se puede visitar- constituía más un símbolo que una realidad. Otros 25 años han de pasar hasta que una nueva comisión de expertos estudia en profundidad el terreno para la ubicación definitiva de la ciudad (1.947); estudios que se concluyen en 1.955. Pero será la llegada de Juscelino Kubitschek al Gobierno en 1.956 la que por fin inicie la creación de Brasília.

Realidad y leyenda

Con la llegada de Juscelino Kubitschek a la presidencia se inicia un periodo vertiginoso. Sólo en el primer año, crea la Companhia Urbanizadora de la Nueva Capital (NOVACAP), propone y se aprueba el nombre de Brasília, lanza la licitación para el diseño de la ciudad, construye la residencia presidencial provisional en 9 días (el Catetinho), y comienza la construcción del aeropuerto y del Palacio de la Alvorada.

En 1.957 se elige el proyecto de Lúcio Costa como vencedor para el diseño de la nueva capital y ya se inician las obras. También en este año se construye la Ermita Dom Bosco. La ciudad se inaugura oficialmente el 21 de abril de 1.960 ante la presencia de los Tres Poderes: el Palácio do Planalto (ejecutivo), Congresso Nacional (legislativo) y el Supremo Tribunal Federal (judicial). En la foto se aprecia la construcción del Congresso Nacional (extraída del Arquivo Nacional).

Dom Bosco

Dom Bosco fue un santo italiano, fundador de la orden de los salesianos. Su vinculación a la ciudad de Brasília parte de un sueño.

En 1.883 sueña que «entre los paralelos 15 y 20 (del hemisferio sur) había una ensenada bastante larga y ancha, que partía de un punto donde se formaba un lago«. Y una voz le dijo repetidamente: «Cuando se excaven las minas escondidas en medio de estos montes, aparecerá aquí la tierra prometida, de donde brotará leche y miel. Será una riqueza inconcebible«.

¿Conocía ya el astrónomo Cruls este sueño cuando inició su expedición? Cómo y cuándo llega este sueño a las autoridades brasileñas es un hecho que desconozco y tampoco he podido averiguar. Lo que está claro es que esta profecía está presente en la ciudad desde su mismo inicio, ya que la ermita de Dom Bosco es la primera construcción de Niemeyer en la ciudad, y se sitúa exactamente en el paralelo 15.

Aunque la patrona oficial atribuida por el Vaticano a la ciudad de Brasília era Nossa Senhora Aparecida, y a ella está dedicada la catedral de la ciudad y su festivo el 12 de octubre, el presidente que sucedió a Juscelino Kubitschek- Jânio Quadros- en 1.961, escribió expresamente al Vaticano para que Dom Bosco fuera el patrón de Brasília. Al fin y al cabo, Jânio Quadros era un ex-alumno salesiano. La Iglesia respondió con un co-patronato. Por eso, aunque Nossa Senhora Aparecida tiene su catedral, Dom Bosco tiene también su precioso santuario en el centro de la ciudad (foto superior- autor: Eric Gaba)- además de la ermita con preciosas vistas.

Y hasta aquí esta entrada acerca del curioso origen de Brasília. En siguientes posts conoceremos mucho más de esta hermosa ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad (UNESCO). Para saber más de Brasil y en particular de Brasília, seguir este enlace. ¡Hasta el próximo destino viajeros!