A la Ciudad de Autónoma de Buenos Aires se la conoce como la “ciudad de la furia” por algo más que por el icono del Rock Nacional Cerati. Y es que es una de las urbes más espectaculares donde conviven potencia cultural y el loco caos en una armonía misteriosa y hasta atractiva para muchos. Y te preguntarás que cómo hacen los porteños para sobrellevar esta vorágine sin freno de vida ¿verdad? Pues con dos ingredientes principales, ¡mate y parque! Si quieres disfrutar de la ciudad sin volverte loco conoce estos oasis de calma, naturaleza y actividades al aire libre. Sigue leyendo y te cuento los 5 mejores parques de Buenos Aires, de los 19 espacios verdes que se reparten en esta gran capital. Eso sí, ¡no te olvides llevar el equipo de mate!
Índice
Ciudad de Buenos Aires: belleza y caos
Los que conocen la ciudad no tienen duda de que Buenos Aires es una de las más bellas de Sudamérica. Es el núcleo urbano más poblado de Argentina con más de 3 millones de habitantes, llegando hasta los casi 18 millones sumando el extrarradio o cono urbano. Mucho de su encanto se debe a sus edificios de clasicismo barroco francés y grandes casas de estilo londinense en algunos de sus barrios, fruto ambas tendencias de las olas de inmigración europea de fines del siglo XIX y principios del XX.
Aunque lo que más puede atraparte cuando paseas por sus aceras o “veredas” es darte cuenta de que en sus calles no encontrarás dos casas iguales. No hay esa unifirmidad monótona europea de bloques interminables con mismo aspecto y altura. En Buenos Aires encontrarás en una misma manzana casa altas, bajas, unifamiliares estilo rural, históricas neoclásicas o torres modernas de acero y vidrio, nunca sabes que encontrarás al doblar la esquina, ¡la diversidad es inmensa!
Crecimiento de la ciudad y la necesidad de mejores parques
La ciudad experimentó su mayor crecimiento gracias a su puerto en la desembocadura del Rio de la Plata y desde sus orígenes capitalizó el mayor volumen de servicios educativos, sanitarios, administrativos e industriales del país. Por ello habitantes de todas las provincias se asentaron en la capital para prosperar y mejorar sus condiciones laborales. Esto llevó un impacto urbanístico enorme con el crecimiento de los barrios, y se decidió establecer zonas verdes abiertas para lograr un mayor equilibrio y calidad de vida.
Actualmente la ciudad se extiende en unos 203 km² de superficie, sus 48 barrios articulan un urbanismo de crecimiento orgánico según las etapas de la ciudad. Este crecimiento no supuso un infierno de asfalto, ¿sabes por qué?, gracias al reaprovechamiento de las fincas de varias de las mansiones decimonónicas. Sus terrenos se reacondicionaron para ser espacios abiertos públicos como plazas y parques de gran belleza, que daban un respiro de naturaleza a sus habitantes. ¡Conoce aquí algunos de los mejores!
Plaza Irlanda, uno de los mejores parques de Buenos Aires
Es una de las plazas más mágicas de la ciudad al oeste del barrio de Caballito. Su espacio de más de 5 hectáreas limita con el barrio de Flores y conforma los terrenos que compró la Asociación Católica Irlandesa. Esta ascociación se formó por inmigrantes irlandeses y posteriormente en 1925 traspasaron los terrenos a la municipalidad de la ciudad para ser plaza pública, siendo inaugurada 2 años después.
Esta frondosa plaza con su parque tiene un clima familiar e íntimo. Parece que el tiempo no pasa por sus senderos serpenteantes y mirarla evoca a la memoria. En sus caminos circulares de tierra y césped pasean abuelos que siempre vivieron en las manzanas próximas al parque y ven crecer y jugar a sus nietos en el mismo espacio donde antes jugaban y crecían ellos.
Mas de 50 especies de árboles y plantas enmarcan espacio de juegos, caminos para los runners del atardecer, y mesas para mateadas o maratones de ajedrez. Si algo da color al lugar es la mítica calesita de José de 1950 que permite viajar en el tiempo al subirse y disfrutar de su música y colores.
Parque Rivadavia
Uno de los mejores parques de Buenos Aires. Se encuentra en el barrio de Caballito en la vereda sur de la Avenida Rivadavia y es uno de los parques a los que nuestros abuelos nos llevaban a comprar libros. Pueden ser libros usados de texto o la primera novela infantil, para después llevarnos a comer un rico helado al lado de una de las entradas del parque. Es un espacio verde familiar, de tradición librera con su feria permanente que incluye discos de segunda mano.
Si bien, todos los parques de la ciudad son espacios vivos, este parque se llena cada día de paseadores y lectores solitarios. ¡Y la cosa se pone mejor el fin de semana! De viernes a domingos suele instalarse una feria de emprendedores que venden sus productos agroecológicos, platos preparados caseros, cosmética natural y artesanías, te irás con las manos llenas, ¡totalmente imperdible!
En el epicentro del parque hay una gran escultura ecuestre dedicada a Simón Bolívar donde se montan auténticos flashmob de zumba, salsa o rockabilly los domingos con vecinos tomando clases y animando el fin de semana. El resto de los tímidos vecinos se quedan en el césped haciendo pic nics de mateadas entre amigos, tomando sol o leyendo cualquier libro en la media sombra de un árbol.
Un poco de historia…
El parque inaugurado en 1928 se encuentra en el espacio de la antigua finca de la familia Lezica, auténticos magnates del ferrocarril. Lo único que se conserva de esa época es una noria de agua de azulejos españoles y un árbol ombú centenario. Este parque es de los pocos que tienen esta especie ombú de origen patagónico y que vive milenios. Hoy en día se conserva solo uno de ellos en este espacio, considerándes el icono del parque.
Como varios de los espacios verdes importantes de la ciudad, fue diseñado por el prestigioso paisajista francés Carlos Thays. Su gran arboleda rodea el pequeño lago artificial ubicado en el centro del parque, al lado de un pequeño anfiteatro. También incluye una pista de patinaje, zona de mesitas con tablero de ajedrez, ¡donde se arman auténticas maratones de Gambito de Dama los domingos!
Parque Centenario
Este es un parque muy especial, uno de los mejores parques de Buenos Aires. Y es que iba a ser llamado “Parque Central”, ¡si, como el de New York! Ya que se e está situado en el mismo corazón geográfico de la ciudad, en una antigua parcela perteneciente a la familia Lezica, los mismos magnates propietarios de los terrenos del actual parque Rivadavia.
Sin embargo, en 1909 se le llamó finalmente Parque Centenario para conmemorar los cien años de la Revolución de Mayo del 25 de mayo, una de las fechas nacionales más importantes por ser cuando comenzó el proceso de independencia de Argentina como estado.
Es un parque circular con un gran lago central donde habitan peces y patos amigables generalmente. Es muy frecuentado por los vecinos más deportistas, sobre todo después de las 18h en adelante. En su interior está ubicado el Museo de Ciencias Naturales, un precioso museo con especies de todo tipo y ¡grandes maquetas de dinosaurios que te harán imaginarte en el espectacular parque de señor Hamont!.
Lo que más puedo recomendarte además es la feria que se da cada fin de semana en el radio exterior del parque con puestos de venta de toda clase, y como guinda del pastel, la feria de artesanías más bellas de la ciudad en su interior.
Jardín Japonés, uno de los mejores parques de Buenos Aires
El Jardín Japonés en el barrio de Palermo es, sin duda, uno de los más bellos y contemplativos de la ciudad. Creado por la colectividad japonesa de Buenos Aires por motivo de la visita histórica el heredero del Imperio Japonés en 1967, y es un emblema representativo de la buena relación entre Argentina y Japón. Ten en cuenta que hay que la entrada es de pago, pero no es elevada y con la recaudación financian el mantenimiento del parque, y una vez lo veas, hasta te gustará la idea de contribuir a preservarlo.
Entrar a este jardín es como entrar en un sueño, sin duda, uno de los mejores parques de Buenos Aires. Todo es paz y armonía en una naturaleza calmada y cambiante en cada estación del año. Un lago central con nenúfares y grandes carpas actúa como espejo de las arquitecturas dispuestas a su alrededor. Varios puentes rojos permiten sortear de diferentes maneras el agua, siempre con un propósito o significado en ello.
El simbolismo en el Jardín Japonés
El más representativo es el puente «Taiko Bashi» o puente Curvo, representa el paso de la vida terrenal a la vida celestial. No es sencillo subir cada peldaño de este punte, así como no es fácil superar cada obstáculo de la vida antes de alcanzar el paraíso. Al cruzar el puente se llega a la Isla de los Dioses “Shinzen Shima”, uno de los entornos más simbólicos del parque con una pequeña cascada entre las rocas, símbolo de origen de la vida.
Otro de los puentes que más simbolismo representan es el puente en zigzag o de las decisiones, el que simboliza en cada uno de sus ángulos los diferentes puntos de vista antes de tomar decisiones importantes, y meditar así sobre ellos al transitar el puente para alcanzar una solución al llegar al final. Tradicionalmente, hay que cruzarlo con reflexión antes de tomar estas decisiones difíciles en la vida. Sin duda este jardín, permite el resposo y reflexión espiritual de quien lo recorre, olvidándose por ese tiempo del caos de la gran ciudad.
El entorno de gran variedad de plantas estacionales como los maravillosos cerezos, o los jinko bilobas y las azaleas forman una belleza exquisita. Cuenta con un vivero donde podrás ver y adquirir espectaculares bonsáis dignos de la mano del señor Miyagi.
En su interior se llevan a cabo numerosas actividades culturales relacionadas con la sociedad y tradiciones niponas. En varias fechas al mes se celebran días especiales como convenciones de anime, o exhibiciones de tambores tradicionales taiko, artes marciales como el Aikido o celebraciones de actividades tradicionales como bailes, origami y escritura shodo tradicional japonesa entre otras actividades.
La tradicional Casa del Té
La joya de la corona de este jardín, y algo que no te puedes perder, es el Chashitsu o la “casa del té”, donde celebran la tradicional ceremonia del té japonesa. Dentro de los mejores parques de Buenos Aires no encontrarás nada igual. Con solo ver esta bella casa tu mente volará hasta el país nipón, ya que se importaron de ese país los elementos arquitectónicos de su interior, construidos de manera artesanal. Además cuenta con auténticos objetos tradicionales de un siglo de antigüedad. Todo un lujo que hace que este jardín sea el mejor fuera de las fronteras de Japón.
Para completar la visita recorre el gran edificio principal junto a la entrada, donde podrás ver la sala de exposiciones con espectaculares kimonos importados y elementos tecnológicos. Para los más comilones ten en cuenta que en la planta baja encontrarás el mejor restaurante de comida japonesa de la ciudad.
El Jardín del Rosedal
Si has llegado hasta el Jardín Japonés, no te pierdas este espectacular parque situado a pocos metros en el barrio de Palermo. Lo podemos considerar uno de los mejores parques de Buenos Aires. Es el jardín predilecto para los más románticos o para cerrar una cita perfecta. Está situado en la confluencia de los Bosques de Palermo y el Parque 3 de Febrero cerca del impresionante Planetario, uno de los más espectaculares de latinoamérica.
Tiene casi 4 hectáreas y está ubicado en los terrenos de lo que fue la finca de Juan Manuel de Rosas, político y militar importante de principios de siglo XIX en Buenos Aires. Con mas de 18 mil especies de rosas dispuestas en su interior de diferentes procedencias, fue proyecto paisajístico de Carlos Thays y de su discípulo Carrasco.
En 2012 este jardín ganó el premio internacional “Garden Excellence Award” o Jardín de Excelencia, otorgado anualmente por la Federación Mundial de las Sociedades de Rosas.
Zonas del Rosedal
Si todavía quieres añadir más romanticismo a la jornada en uno de los mejores parques de Buenos Aires, tienes que saber que cuenta con un gran lago en su interior en el que se puede navegar con bote de remos. El lago tiene una extensión considerable que conecta con los Bosque de Palermo, espacio predilecto por las familias porteñas donde poder realizar picnic, patinaje, recorridos en bicicleta y múltiples deportes al aire libre.
Podrás recorrer un hermoso puente griego y un patio andaluz de azulejos españoles con una bella fuente central, donde se realizan espectáculos de flamenco al aire libre. Este es uno de los jardines al que la temporada de verano le da vida por el día con más visitantes contemplando los centenares de rosas y por la noche con los ciclos de Auto Cine de verano, muy populares entre los jóvenes de la ciudad.
Una de las zonas más bonitas y apreciadas es el jardín de los poetas, con 26 bustos de célebres escritores como Dante Alighieri, Shakespeare, Jorge Luis Borges o Alfonsina Storni entre otros.
Si te han gustado estos parques y quieres conocer más, no te pierdas los mejores barrios de la ciudad para llevarte ¡lo mejor de Buenos Aires!
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