¡Hola viajeros!

En esta entrada hablaremos del parque de Ibirapuera, que es a São Paulo lo que Central Park a Nueva York. En sus 158ha hay museos, espacios artísticos, de recreo, exposiciones, y hasta una fuente de espectáculos acuático-luminoso-sonoros (buena invención lingüística me ha salido ahí). Sus 14 millones de visitantes anuales lo convierten en el parque más visitado de toda América Latina. Y hay buenas razones para ello.

¿Cuándo visitar?

En el parque de Ibirapuera se podrían pasar, literalmente, varios días hasta completar todas las actividades al servicio del visitante. No obstante, hay espacios que no abren todos los días de la semana. Para maximizar la visitar es conveniente evitar los lunes y priorizar el fin de semana.

«Pero es cuando el parque está más lleno….»

Correcto. Entonces vamos a decir miércoles y sábado. Porque los miércoles está casi todo abierto, incluyendo el pabellón japonés. Y los sábados es gratis el Museo de Arte Moderno (MAM) y el Museo Afro Brasil; además de que hay espectáculo garantizado de la fuente luminosa. No es que las entradas sean caras, para nada -y más para estudiantes acreditados-, pero siempre está bien hacer un poco de economía ; ). Los sábados, además, una organización que se dedica a la conservación del parque organiza las caminadas guiadas. El precio es de 10 reales y hay que reservar (a través de este enlace se pueden ver las 3 rutas disponibles y los horarios).

Principales atracciones del Parque Ibirapuera

• El parque en sí mismo. Es una redundancia, aunque quizá lo más bonito de visitarlo sea exactamente eso, el parque Ibirapuera. Está muy bien diseñado, así que tiene áreas para todos los gustos. Hay pistas deportivas, zonas de bosque para correr con más tranquilidad, pistas para bicicletas y patines, áreas infantiles, corredores de bambú, un lago enorme, y puestos de comida y bebida para pasar horas y horas en armonía con la naturaleza. Pasear o sentarse en un banco a ver el tiempo pasar son excelentes opciones. O también para, como dirían los ingleses, hacer una sesión de people-watching (vamos, para ver el salero de los visitantes de ese día cual desfile antropológico).
• La arquitectura en el parque. Con motivo del cuarto centenario de la ciudad de São Paulo se le encomienda a Oscar Niemeyer una obra singular, que dotara al parque Ibirapuera de un carácter cultural y de ocio de referencia para la ciudad. Aunque el parque se inaugura en la década de 1950, su diseño original continúa siendo de plena actualidad. A Oscar Niemeyer se le ocurre unir una serie de edifícios con fines culturales a través de una «Marquise» fluida, o especie de marquesina, que sería la zona de convivencia y encuentro, al abrigo de la lluvia. Dentro de esta obra, el MAM es de la también célebre arquitecta modernista Lina Bo Bardi, que tenía buena relación con Niemeyer. Y, para dotar al auditorio de la plasticidad necesaria, el arquitecto colaboró con la reconocida artista nacionalizada brasileña Tomie Ohtake (observar la escultura roja).

• El Pabellón Japonés. Además de los edificios que se pueden ver en el gráfico anterior (extraído de Archdaily y con autoría de Matheus Pereira), merece también especial atención el pabellón japonés. Dentro del Parque de Ibirapuera es un buen contrapunto a la estética dominante. Y además es una construcción que fue realizada íntegramente en Japón. Fue una donación de la comunidad nipo-brasileña al parque y en realidad su representación es más que justa, ya que en São Paulo se concentra la mayor comunidad de japoneses fuera de Japón. El pabellón es una réplica exacta del Palacio Katsura de Kioto.
• El Planetario. Fue el primero construido en Brasil (también se inauguró en la década de los 50, como el parque) y es un lugar interesante para la divulgación de la astronomía. Hay que estar atentos, puesto que las visitas organizadas son sólo los fines de semana, y el horario es a las 11 horas para niños de 5 a 8 años y a las 15 horas para el resto. Las visitas son gratuitas.
• La fuente luminosa. Estaba pensando que deberían de ponerle nombre a esta fuente para facilitar, y de pronto descubro que ya lo han dejado en manos de un patrocinador (tarjetas de crédito Elo). Pues gracias a esto las informaciones respecto a la fuente ahora son más accesibles, así que bienvenido sea. Esta fuente cumple una labor ecológica, oxigenando la fuente, y también lúdica, ya que hacen acompañar su funcionamiento con un espectáculo de luz y sonido. En fechas especiales, como Navidad o aniversario de la ciudad, hay eventos especiales. Si no lo más normal es que los espectáculos tengan lugar al anochecer en fin de semana. Ahora mismo hay dos sesiones, sábados y domingos, a las 20h y a las 20:30h. Para estar al día de la programación, seguir este enlace. Es de destacar que los organizadores colaboran con diferentes entidades para hacer el evento accesible a personas con problemas de movilidad y discapacidad visual y auditiva. En el mismo enlace anterior se pueden obtener los aplicativos necesarios.

• Pasear en bici por el parque. Parece una actividad muy mundana, pero en el parque Ibirapuera cobra sentido especial. Hay zonas de alquiler de bicis y ya también a la entrada del parque se encuentran las bicis de «Yellow», que permite alquilar a través del móvil- sin intermediación- y es un servicio muy barato (un real por cada 15 minutos). Hay personas que, por lo que sea, aún no han aprendido a montar en bici y estas ocasiones les incomodan. No es ningún problema. En el parque también se alquilan bicicletas (que tienen tamaño adulto) de tres ruedas. ¡No hay excusas para pedalear!

Ya que has ido hasta el Parque Ibirapuera…

Hay tres lugares únicos alrededor que más que merecen una visita:

• Museo de Arte Contemporáneo. Está justo en el exterior de una de las entradas del parque, abre de martes a domingo y es gratis (tanto entrar como aparcar). Es un gran museo, y sus vistas desde la azotea son impresionantes. Sólo por esa foto ya vale la pena visitarlo.
• Instituto Gustavo Rosa. Gustavo Rosa fue un importante pintor brasileño, que falleció en 2013. No obstante, su casa y taller se han transformado en un más que sugerente museo. Es una visita muy recomendable, sobre todo si viajamos con niños. Abre de lunes a viernes, y sólo el primer sábado de cada mes. Es gratis.
• Hotel Unique. Es un hotel (entre el instituto Gustavo Rosa y el parque) de arquitectura no convencional en cuyo último piso está el restaurante Skye. El atractivo principal es subir al restaurante para disfrutar de las vistas, aunque la experiencia pueda salir por un pico.

Espero que os haya gustado esta introducción al parque de Ibirapuera, uno de los iconos de la ciudad de São Paulo. Para descubrir más de la ciudad podéis manteneros actualizados en el siguiente enlace. ¡Hasta el próximo destino viajeros!