Partenón de Atenas – La casa de la diosa Atenea-

Partenón de Atenas. Tres palabras conocidas por todo el mundo. Un símbolo de la libertad, la victoria y el amor de un pueblo a su diosa. Levantado en el siglo V a. C todavía se alza por encima de la ciudad a la que ha visto crecer. Incluso a pesar de sus cinco millones de habitantes, la polis sigue moldeándose en torno a este singular templo.

Estoico, majestuoso, digno, refleja las intenciones con las que fue construido y las mentes con las que fue diseñado. El Partenón de Atenas es sin duda el rey de la colina más famosa del mundo. Con una historia tan larga como increíble no deja a nadie indiferente, mirarlo es atreverse a mirar 24 siglos de historia.

Así que despacio, con mucho cuidado, vamos a asomarnos a los secretos de esta obra maestra que los antiguos atenienses legaron a la humanidad, descubriendo para que fue creado, por quien, que usos tenía y que significaba para los atenienses de su época. Solo unas pinceladas, por supuesto, porque para contar su historia entera, necesitaríamos mucho más espacio y muchas más letras que las que caben en un artículo.

Como siempre, déjame que te lo cuente…

Dedicado a la diosa Atenea

Este edificio, que en realidad es un templo, esta dedicado a la diosa Atenea, con motivo de la victoria de Atenas contra los Persas en la isla de Salamina. Una batalla que dentro de las famosas Guerras Médicas era tan imposible de ganar como el resto. El imbatible rey Jerjes, hijo de Dario I, no se había olvidado de la victoria de los atenienses contra su padre en Maratón y había regresado a Grecia con la intención de vengarlo y anexar a su gran basto imperio el territorio heleno.

Pero los persas no contaban con que a pesar de la inferioridad en número y en armas los griegos tenían algo que los persas no tenían tanto. Estrategia. Encerrando los enormes barcos persas entre las islas del Sarónico enfrente del Pireas, los atenienses vencieron una batalla que era imposible ser ganada. Una batalla que pasó a la historia por ser la Victoria en mayúscula del pueblo de la diosa Atenea.

Pericles, cansado de ver como los escombros que había en lo alto del Acrópolis bajaban el ánimo de los ciudadanos y no los dejaban avanzar y proyectando una Atenas que llegaría hasta el futuro, incluyó en su proyecto de renovación de la futura capital de Grecia el templo más hermoso jamás pensado: El Partenón.

¿Y qué es el Partenón?

Como todos los templos griegos el Partenón es la «casa de un dios». En este caso es la casa de la diosa Atenea. A diferencia de otros templos en otras religiones, nunca fue un sitio por ejemplo para hacer ceremonias públicas, casar a gente o celebrar ritos de paso.

Es por eso que lo más importante de su interior es la estatua al dios que esté dedicado. También suele guardar las ofrendas que el dios tenga, y en algunos casos los tesoros de la ciudad donde se encuentre. Así era en el caso del Partenón.

En el caso del Partenón, podemos hablar de una de las estatuas más impresionantes de la Antigua Grecia, que desgraciadamente desapareció entre los rincones de la historia. Fidias, la diseñó y media tanto como el edificio, de mármol, marfil y oro, decían que sus ojos eran dos esmeraldas verdes del tamaño del puño de un adulto.

Pericles, sus arquitectos (en especial Kallikrates) y Fidias proyectaron construir un templo increíble que hiciera a Atenas y a Atenea eterna. Y así lo hicieron, el Partenón además de ser el edificio más importante de Atenas se ha convertido en el símbolo de la cultura helena. Su silueta es parte de casi todos los souvenirs y de la representación oficial de lo que es esta tierra. Pericles quería dar las gracias a Atenea, pero también en un movimiento político casi perfecto colocar a Atenas en un sitio privilegiado, donde sigue a día de hoy.

Es curioso pensar que ahora para verlo, solo necesitamos pagar una entrada y subir. Antes no era tan fácil conocer su secreto pues el acceso a la plataforma superior estaba limitado a festividades especiales y solo era apto para los «ciudadanos» de la polis.

Curiosidades del Partenón

Nuestro Partenón tiene pequeños secretos que cuando se descubren te hacen amarlo aún más. Vamos a dar una vuelta por sus curiosidades.

• ¿Te has fijado en sus columnas? Sus diseñadores las hicieron más anchas en la base y más estrechas en la parte de arriba para que gracias a la perspectiva al verse desde abajo se vean más grandes. También su diseño con rayas verticales tiene como finalidad darle cuerpo y volumen a las columnas. Están ligeramente abultadas en el centro, para darle más sensación de estabilidad y equilibrio a la vista del templo.
• ¿Sabías que ninguna línea del Partenón es completamente curva? Con esto se pretende suavizar el impacto visual y dar la sensación de que el edificio es más ligero, menos material y más efímero.
• Está construido de una forma perfecta, respetando la geometría sagrada y el número phi.
• Sus mármoles son de la mejor mina de mármol de toda Europa. Penteli lleva dándole mármol al Ática más de 2000 años. Hoy en día, está cerrada y su mármol reservado para la restauración de los templos del Acrópolis.
• Otro cosa que sorprendentemente poca gente sabe del Partenón es que no era blanco. Sus columnas y frisos estaban llenos de colores. Azules, rojos, verdes y dorados, llenaban de vida los mármoles pentélicos. Puedes intentar imaginártelo, en su perfección armónica y cubierto de color. Quizás con ello empiezas a entender su grandeza.
• Sus cimientos son nulos. Por supuesto tiene cimientos que lo sujetan a la tierra, pero la Acrópolis es «hueca» por dentro. Sus múltiples cuevas hacen preguntarse a expertos de todo el mundo como un edificio lleva aguantando tanto tiempo. Grecia, no es Chile en terremotos, pero también es una tierra sísmica donde cada poco tiempo tenemos terremotos que pasan los 4 grados.
• En la guerra de la Independencia, cuando el pueblo griego se levantó contra los turcos en 1821, el templo fue protagonista de una de los episodios más memorables. Resulta que, en una de las batallas atenienses, los turcos se quedaron sin munición. Siendo aún los dueños del territorio, decidieron demoler el Partenón para lograr crear más. Los griegos horrorizados ofrecieron al enemigo sus propias balas a cambio de dejar tranquila la casa de Atenea. Los turcos accedieron y gracias a eso, aún lo conservamos como está.
• Lord Byron se enamoró de el, de hecho fue uno de los grandes detractores que tuvo la apropiación de los mármoles del Partenón por Inglaterra. Para demostrarlo escribió la «Maldición de Minerva», donde el poeta tiene una conversación con la diosa Atenea, usando su nombre latino, que condena la sustracción y la permanencia de los mármoles fuera de territorio heleno y culpa al autor de dicho robo.
• ¿Sabías que en Estados Unidos hay una réplica casi exacta del Partenón? Está en Nashville, Tenesse. Te dejo una foto para que te deleites.

Mirando hacia el futuro

Hasta hace un tiempo relativamente corto el Partenón estuvo abierto y se podía pasar dentro, afortunadamente lo terminaron cerrando y fue a través de ese cierre cuando el gobierno parece haberle prestado más atención. Desde entonces numerosas campañas para su cuidado se han ocupado de que sus mármoles sanen y de su reconstrucción.

Y es que el plan a largo plazo es que -en aproximadamente una década- el Partenón vuelva a estar reconstruido y que podamos disfrutar de el desde su interior. Bajo la misma suerte se encuentran el Erection y la Propilaia del Acrópolis.

Será entonces cuando los Atenienses puedan volver a recuperar su esencia. Quizás también será entonces cuando las piezas robadas del templo, regresen. El día con el que todavía muchos, nos atrevemos a soñar.

Personalmente no puedo esperar a ver el Partenón completo ¿Y tu?