Si seguiste la primera parte de esta ruta, ya habrás estado toda la mañana visitando La Habana Vieja y aún no habrás visto ni la mitad de todo lo que quieres ver. Si te perdiste el post anterior, pincha aquí para saber qué hacer y visitar de La Habana Vieja por la mañana. En este post, continuaremos nuestro recorrido después de almorzar y en tan solo una tarde verás lo más famoso de esta ciudad. ¡Todo en una sola tarde!
A estas alturas, te habrás dado cuenta no sólo de lo grande que es La Habana, sino también de la cantidad de lugares que hay que ver.
Los barrios mas populares de La Habana para los turistas son La Habana Vieja, el Vedado y Miramar, pero la capital cubana tiene muchos más barrios (o “repartos”, como dicen los cubanos) con encanto a los que deberías echarle un ojo si tienes un poco de tiempo. Cruzar en barco a Regla para ver su maravillosa iglesia, comer langosta por la Marina de Hemingway o llevarle flores a la Virgen del Camino para que os guíe en vuestro viaje.
En este post, nos vamos a quedar en el centro de la ciudad, visitando los lugares más conocidos y míticos de la capital.
Índice
Calle Obispo y Casa del Ron y el Tabaco
La calle Obispo es una de las calles más míticas y concurridas de La Habana Vieja. Siempre está llena de gente a cualquier hora. Antes de caminar por esta calle, párate en la Casa del Ron y el Tabaco Cubano que se encuentra al lado del bar Floridita. Parada obligada si tienes que llevar algún recuerdo de la isla a los amigos y familiares (eso sí, es el sitio más caro para comprar ron y puros y los cubanos no lo compran aquí).
Si caminas hacia abajo por esta calle te irás encontrando los típicos edificios antiguos de La Habana, pequeños parques y las tiendas de artesanos donde podrás comprar más regalos. Si quieres evitar el típico imán con forma de coche clásico, puedes decantarte por comprar un güiro o unas claves, instrumentos pequeños de percusión de la música cubana.
Plaza de la Catedral y La Bodeguita Del Medio
Si vienes por la calle Obispo, tendrás que girar a la izquierda en la calle San Ignacio, donde está de esquina el famoso Café París. Un par de “cuadras” mas adelante, llegarás a la Plaza de La Catedral, un museo al aire libre.
Todos sus edificios te transportarán a la época barroca habanera, te sentirás como si estuvieras en el siglo XVIII. Esta plaza está rodeada por la Catedral de San Cristóbal, el Palacio de los Marqueses de Aguas Claras, el Palacio del Marqués de Arcos, el Palacio del Conde de Lombillo y el Palacio de los Condes de Casa Bayona.
Cuando dejes de admirar la belleza de esta plaza, no olvides tomarte un mojito en la Bodeguita del Medio, aunque no son los mejores, sí que son los más famosos.
Palacio de la Real Fuerza y Plaza de Armas
Cuando te hayas refrescado un poco, baja por la calle Empedrado en dirección a la bahía y te encontrarás los restos de la Antigua Muralla, los cuales están restaurando todavía.
Allí mismo encontrarás el Castillo de la Real Fuerza que actualmente es un museo. No te pierdas la maqueta gigante que hay de una fragata española, es espectacular.
Un poco mas adelante, encontrarás la Plaza de Armas, otra de las cuatro plazas más importantes de La Habana Vieja y la más antigua. Si tienes suerte encontrarás por aquí algún grupo de niños bailando o haciendo algún tipo de actuación.
Terminal Sierra Maestra y Plaza San Francisco
Continúa paseando por la bahía hasta que llegues a la siguiente plaza, la Plaza de San francisco, llamada así por el Convento de San Francisco de Asís que está al fondo.
Esta es la plaza más bonita de La Habana, siempre llena de palomas, con una espectacular fuente en el centro y con numerosos bares con terrazas donde tomar un buen café.
De frente se encuentra la Terminal Sierra Maestra, el puerto marítimo habanero donde llegan todos los cruceros. Aunque está un poco deteriorado, está en proceso de restauración. ¡Ya veremos cuánto tardan en terminarlo!
Plaza Vieja y Casa del Chocolate
Sube por la calle Amargura, el propio olor te guiará hasta la Casa del Chocolate. Da igual la hora, tómate un gran vaso de chocolate. ¡Será el mejor Colacao que te tomes en tu vida! Y si no estas a dieta, pídete también algunos bombones que hacen allí mismo.
Aviso para los fanáticos chocolateros: llegados a este punto, puede que esta sea tu parada final.
Si eres lo suficientemente fuerte como para salir de ese paraíso chocolatero, camina por la calle Cuba hasta llegar a la última de las plazas: la Plaza Vieja. Recién restaurada, es un sitio estupendo para comer algo si vas con niños, ya que pueden jugar y correr por toda la plaza mientras tú disfrutas en alguno de sus bares.
Alameda de Paula
Aunque has andado mucho, no has parado de comer, así que baja de nuevo a la bahía y camina hacia el lado contrario por el que viniste. Estás paseando por la Alameda de Paula. La mejor hora para caminar por esta alameda es al atardecer. Al otro lado de la bahía, verás el reparto de Regla, la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña (desde donde dan el cañonazo todos los días) y el Cristo.
Pídele a algún habanero que te cuente la leyenda urbana sobre el famoso Cristo de La Habana. Te explicarán que está rogando y señalando en dirección a Estados Unidos, como indicándoles hacia dónde tienen que ir.
Casa de José Martí y antigua Muralla
Mientras terminas de pasear por la alameda, no pases por alto la Iglesia Ortodoxa Rusa. Reconocerás el edificio de lejos, con sus muros blancos y sus cúpulas doradas. Aunque parezca que está cerrada, se puede entrar a visitarla, es fantástica.
La Alameda de Paula termina en una pequeña iglesia del mismo nombre en medio de una rotonda. Aunque han intentado derribarla en varias ocasiones, aún sigue viva y actualmente celebran allí algunos conciertos de música clásica.
En este punto, casi has terminado tu recorrido, continúa caminando por esa misma avenida hasta que llegues a una rotonda grande donde verás muchos cubanos esperando el autobús (la guagua). Gira a la izquierda en la Avenida de Bélgica y verás a un lado “La Puerta de La Tenaza”, unos restos de la antigua muralla, los mejor conservados hoy en día.
Por último, si continúas por esa misma avenida, llegarás a la Casa Natal de José Martí (tranquilo está sólo a dos cuadras de la muralla). Este es el último punto de nuestro viaje.
Ya has visto todo lo que tenías que ver de La Habana Vieja, ¡en tan sólo un día!
Ahora lo mejor que puedes hacer es buscar un sitio para cenar y volverte al hotel a descansar. Mañana seguro que será otro día intenso.
¿Qué otras cosas puedo ver?
Siguiendo esta ruta, conseguirás ver La Habana Vieja en tan sólo un día. Si has contratado uno de esos paquetes combinados de La Habana y Varadero, no pasarás mas de dos o tres días en la capital, así que esta guía te servirá de ayuda para no perderte nada.
El día siguiente puedes aprovecharlo para visitar el Vedado, la Plaza de La Revolución y la Quinta Avenida de Miramar.
La Habana es un lugar impredecible y puede ser que te encuentres conciertos y fiestas improvisadas en plena calle. Así que, mi principal consejo cuando viajes a Cuba no es que lo visites todo, sino que te integres con la gente. No importa si te vas sin haber visto la Catedral porque te encontraste un grupo de jóvenes bailando Casino, ese momento será más impresionante que ningún otro.
Y a ti, ¿Qué fue lo que más te gustó? ¿Alguna aventura por sus calles? Deja un comentario.
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